domingo, 16 de noviembre de 2008

Piden que se inhabilite a los abogados Gómez Menchaca

Piden que se inhabilite a los abogados Gómez Menchaca
Un grupo de "víctimas" del bufete de los letrados vizcainos se siente "estafado".
bilbao. El ruido y pancartas con la frase de Me siento estafado se pudieron ver ayer frente al Colegio de Abogados de Bizkaia. Los manifestantes, pertenecientes a la denominada Asociación de Afectados por Carlos Gómez Menchaca y hermanos (Asahergomen), volvieron a pedir la expulsión de la colegiación de los abogados Gómez Menchaca, igual que lo hicieron en junio y repetirán los próximos meses, por las muchísimas denuncias y sanciones que comparten estos letrados. La presidenta de la Asociación, María Teresa Ruiz, subrayó ayer que "lo único que deseamos es que les inhabiliten para el ejercicio". Es decir, que se aplique el artículo en el cual se especifica que "el abogado reincidente en sanciones tiene que ser expulsado". "Lo que no sabemos es qué entiende el Colegio de Abogados por reincidente, ya que tienen inhabilitaciones de tres meses, un año, dos años, once años... Si a eso no se le llama reincidir...", expresó una de las afectadas. "Si el Colegio de Abogados no aplica sus propios artículos y sus propias leyes, pues no lo entendemos". Entre las víctimas que recurrían a estos abogados, especializados en negligencias médicas, destacan casos de lo más variopintos, que ellas mismas definieron como "sangrantes". En especial, destacaron que existieron demandas que pagaron y no llegaron al juzgado; las pocas que ponían, luego no se presentaron al juicio, por lo que dejaron perder los casos, con las respectivas costas; en otras no presentaron la documentación necesaria; o incluso, se llegaron a cobrar peritos que luego no existieron. Para ser exactos, las acusaciones contra Carlos Gómez Menchaca colean en los tribunales desde los años 90. Condenas en costas Pero lo realmente sangrantel es que, tras "estafarles", se están dando casos en que, después de más de 10 años les llegan embargos por parte de Hacienda, a consecuencia de la ejecución de condenas que les obligan a pagar las costas judiciales. Osakidetza, por ejemplo, tras cansarse de esperar al cobro de dichas costas, recurre a Hacienda. La condena por las costas llegaron a los abogados (porque los perjudicados les concedieron el poder notarial) y éstos no se pusieron en contacto sus representados, con lo que la suma de dinero seguía creciendo por los impagos. "Me llegaron 14.000 euros o más de costas, no me avisaron y vinieron los del juzgado a decirme que dónde estaba, que me embargaban la casa. Aún no han dado la cara", lamenta una del centenar de damnificadas. Otra tuvo un problema singular a cuenta del poder notarial: "Tuve que llegar a juicio para que me lo devolvieran". El bufete de abogados declinó ayer hacer cualquier valoración sobre la queja presentada por este colectivo. >l.f.

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