viernes, 30 de enero de 2009

Cliente contento del Bufete Carlos Gomez Menchaca y hermanos

Mi relación con estos abogados se remonta al año 2.003. La causa petición a la Seguridad Social de una Incapacidad Permanente.
La primera impresión, excelente, Carlos Gomez Menchaca se presenta como un abogado simpático,relacionado y me da las mejores expectativas:
"con tus informes médicos, con esa minusvalía del 63.5% reconocida por la Diputación, etc. la Invalided Total es practicamente un hecho, por lo que pediremos la Invalidez Absoluta" .
Asi pues la cosa pinta bien y cerramos el importe de sus honorarios. Le vi un par de veces mas para preparar los argumentos de la defensa y se acerca el juicio cuando una semana antes me llama por telefono y pide que pasé por la consulta de un Médico Forense (argentino) que trabaja en Vitoria y al que le tendré que pagar 200.000 pts. Yo le contesto que los honorarios de mi defensa están cerrados con él y que no entiendo a qué viene esto. Y aqui viene su contestación:
Mira, ......., no me toques los cojones y paga, que te quedas sin el perito forense y sin ese pierdes el juicio. En estos momentos lo que menos importa es el dinero, lo que importa es ganes el juicio.
La conversación sube de tono y me cuelga el teléfono. Ante la gravedad de la situación mi mujer llama tratando de interceder y reconducir el tema.
Aquel hombre amable, simpático y educado se transforma en lo que realmente es. Los calificativos que los ponga quien lea estas lineas.
Fuimos a Vitoria y pagamos 200.000 pts. a un médico para que leyera mis informes y me defendiera con su opinión durante cinco minutos en Bilbao.
A este juicio, quizás en represalia por haberle llevado la contraria, no se presentó Carlos sino su hermano Roberto a quien yo no conocia y con quien no había intercambiado ninguna palabra de mi situación médica.
La resolución: denegada la Incapacidad, ni total, ni absoluta, me llega por correo.
Puedo decir a quien me lea que por mi profesión de Capitán de la Marina Mercante me he visto en mi vida en situaciones difíciles, pues ninguna mas desagradable y decepcionante que la vivida con este abogado, que valiéndose de tu necesidad y casi deseperación se presenta como un amigo, simpático, relacionado, influyente y que deja ver su verdadera naturaleza cuando las cosas son contrarias a sus intereses.
Hoy con 60 años y sin necesidad de ningún abogado, mas que con mi verdad fui reconocido como Incapacidad Total y vivo feliz en mi jubilación.

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